Nuestra reciente y joven democracia tan sólo ha dado la oportunidad de formar gobierno al centro-derecha en dos ocasiones, esto si no contamos a la UCD.
Cuando las urnas hablan sólo hay una consecuencia, acatar los resultados.
Tras haber empatado en las Europeas con el partido del gobierno y tras haberle ganado a éste las elecciones municipales, nuestro partido ha perdido las Elecciones Generales.
Ahora toca Congreso Nacional en nuestro partido.
Creo que no ha habido la suficiente autocrítica, que sería muy necesaria, para no volver a cometer los mismos errores en elecciones futuras.
Una lista la tiene que conformar gente con experiencia, con tirón popular, con valía política y por gente que sepa llegar a los ciudadanos.
Mariano Rajoy se ha pateado la calle como nadie, dando ejemplo a todos los cargos del partido. Pero esto no basta. Rajoy no es el partido, es una pieza fundamental, pero eso no llega para ganar unas elecciones.
El partido somos todos los militantes y afiliados, con cargo o sin cargo.
Lo llevo diciendo mucho tiempo. El PP está perdiendo el pulso de la calle, el de la gente, que es al fin y al cabo la que vota. Nuestros dirigentes deberían salir a la calle con mucha más frecuencia, estar en contacto con los ciudadanos, mostrarles su preocupación por sus problemas... sólo así llegaremos al corazón de las personas.
Noto que mucha gente no conoce nuestro verdadero mensaje, por una "clara mala venta del producto", y esto tiene que cambiar. En muchos ayuntamientos no se hizo ni un mero mitín de campaña.
No llega con renovar a personas tras una derrota electoral. Es necesario renovar también ideas y discursos para adaptarlos al tiempo que nos toca vivir.
Un político es grande por rodearse de colaboradores grandes.
José María Aznar no era un buen político sólamente por él mismo, sino porque tenía con él a gente inteligente, con un discurso fuerte y joven.
Mariano Rajoy, lo espero y deseo, porque creo que aún no ha dicho todo lo que tenía que decir y demostrar en la política y a los españoles, será otra vez el Presidente de nuestro partido, el de todos.
Rajoy no puede caer en el error de hacer oposición según los dictámenes de radios o periódicos.
Debe de hacerlo pensando en que esta España ya no es la misma España que la de 1976.
Estamos en un nuevo tiempo político, en el que abundan los problemas metafísicos sobre qué queremos ser y a dónde queremos ir. Hagamos frente a ese debate con rigor, más que nada para que el partido político que más autogobierno dió a las CCAA no sea presentado como el más inmovilista e intransigente.
El Partido Popular de España, el de todos.
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